Mónica Evans (personaje ficticio)

Mónica Evans se licenció en la Universidad Complutense de Madrid en Psicología y Sociología, tiene 24 años, nunca ha estado casada, no tiene hijos y trabaja en un programa de radio. Se dedica a analizar las relaciones entre hombres y mujeres, pero aún así hay cosas que no entiende.
Les invito a que entren en su vida.
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05 mayo 2010

A ciegas


No hay mejor estado en una mujer que el de estar enamorada, o eso dicen.
Hoy en el programa de radio en la sección "Mis pequeños líos" donde los espectadores contactan conmigo para hacer saber una experiencia personal, ha llamado una chica y me ha contado esta historia:

"Yo amaba a Adam más que a ninguna cosa en el mundo, tan solo estar en su presencia hacía que el corazón me palpitara con fuerza. Él era mi todo y mi nada, si el fin del mundo se acercaba me daba igual porque él estaba ahí. Detallista, romántico, guapo, sincero, simplemente perfecto. Nuestros encuentros fueron aumentando, él conocía mis virtudes, debilidades, defectos y lo tímida que soy.

Por eso siempre íbamos a cenar a lugares apartados e íntimos. Como Adam también sabía lo mucho que me gustaban las sorpresas de vez en cuando quedábamos en un hotel inesperadamente para demostrarnos nuestro amor. Todo era genial, enamorada de un hombre trabajador, sincero, divertido, detallista y encantador.

Sí, claro ¿y qué más?. Estaba ciega no, directamente míope. No me di cuenta de que era lo que realmente pasaba hasta que alguien lo saludó por la calle y él simplemente me empotró a un lado como si yo no existiera. Ahí me di cuenta de que yo nunca sería para él todo lo que él era para mí. Estaba tan jodidamente ciega que no veía ni un defecto en él.

Los sitios íntimos y los encuentros en los hoteles eran para que su mujer no se enterara. Yo sólo había sido una absurda amante que creía tener al mejor chico del mundo y que no veía lo mentiroso, arrastrado y cruel que había sido. Ni siquiera sabía que tenía mujer, todas las señales lo indicaban pero llevaba un velo que me ocultaba la realidad.

Todas mis amigas me lo habían dicho:-"lleváis ya casi un año, es demasiado raro que no te haya presentado ni un amigo y además siempre que queremos quedar para conocerle le surge algún lío en el trabajo, no sé tía, pero yo diría que tiene algo por ahí". Sí, y ese algo, o mejor dicho esa otra era yo. Después de todas las verdades de las que me enteré lo dejamos, pero mi buena dosis de lágrimas y de frases del tipo:-"ya te lo dije" no me la quitó nadie. Así que recapacitar."

Después de la experiencia de esta chica ¿qué pensáis? ¿es el amor ciego? ¿sufrimos miopía? ¿nos enamoramos de la gente incorrecta?
No siempre lo que nos dicta el corazón es la respuesta más correcta, hay que hacer uso de la cabeza alguna que otra vez o terminaremos rodeadas de lamentaciones.

Besos

La Señorita Evans